Así fabricamos tus sandalias: un proceso 100% artesanal
En nuestra familia llevamos más de 50 años dedicándonos con pasión a la creación de calzado. Durante todo este tiempo, hemos perfeccionado cada paso para ofreceros sandalias y menorquinas que combinan tradición, calidad y diseño. Detrás de cada par hay manos expertas, materiales seleccionados con mimo y un objetivo claro: que te enamores de ellas desde el primer paso.
Selección y corte de la piel
Todo comienza con la elección de la piel, que seleccionamos una a una buscando suavidad, resistencia y belleza. El corte se realiza de forma manual, cuidando cada línea para que la base del calzado sea perfecta desde el principio.
Tinte, color y brillo
Una vez cortadas, las piezas pasan al proceso de tinte. Se sumergen cuidadosamente en colorantes especiales, se dejan secar al aire y, después, se les aplica una capa de pintura para resaltar su tono. El toque final: una pasada de brillo que realza el acabado y les da ese efecto reluciente tan característico.
Costura a mano
Las aparadoras cosen cada pala, incluyendo nuestra etiqueta de marca, como un sello que garantiza que ese par de menorquinas ha sido hecho con cariño. También se cosen los talones con precisión y firmeza.
Montado y ensamblaje
Con todas las piezas listas, nuestro montador se encarga de ensamblarlas. Aplica cola artesanalmente y monta cada sandalia con paciencia y experiencia, asegurando que el resultado sea cómodo, resistente y bonito.
Revisión y toque final
Antes de que cualquier par llegue a tus pies, lo revisamos al detalle. Nada sale del taller sin pasar nuestro control de calidad. Porque queremos que tus sandalias te acompañen durante muchos veranos y se conviertan en tus favoritas.